viernes, 25 de enero de 2013

Roberto Gerhard, 7ª parte: últimas obras

Con esta entrada casi vamos a acabar la serie monográfica (o semimonogáfica, si tal palabro existe) que le estoy dedicando a Robert Gerhard. Recuerdo que estoy contando con la inestimable ayuda del libro de Joaquim Homs, Robert Gerhard y su obra, y por supuesto de todos aquellos que se han dedicado a colgar su música en Youtube. Algo de información sobre Homs: http://digital.march.es/clamor/es/fedora/repository/atm%3A993

Comenzaré con su Sinfonía nº 4, de 1966 (llamada New York, las razones de porqué ese subtítulo las podéis ver si pincháis en el vídeo y os metéis en Youtube): 


Joaquim Homs nos da las características principales de las obras de Gerhard en esta época. Os las copio aquí (pondré en negrita algunas cosas que personalmente me parecen más interesantes):
1- Consolidación de la tendencia a componer las obras en un solo movimiento polimórfico por considerar que en la concepción actual de la música no hay justificación para separar las partes del todo.
2- Consolidación de la tendencia ya manifestada parcialmente en obras del período anterior hacia la disminución del protagonismo de la línea como elemento preponderante significativo y cohesivo de la composición en favor de otros elementos estructurales y texturales; es decir, el paso de la música del concepto lineal al concepto de campo. Los valores musicales que antes permanecían en estado latente para dar soporte a la melodía o para obtener efectos puramente cualitativos, son desarrollados ahora independientemente de ésta; la misión del compositor consiste en crear y regular la sucesión, contrastes e interrelaciones entre los acontecimientos sonoros que forman la corriente sónica, de tal manera que consigan atraer constantemente la atención del oyente, "llevándolo de sorpresa en sorpresa, mientras que retrospectivamente ha de parecer mentira que nos haya podido sorprender de tan inevitable que ha de aparecer todo en una visión de conjunto". Dentro de este contexto, en varias obras del período que estamos considerando, alternan secciones en las que predomina el protagonismo del tono con otros de ausencia de acontecimientos, y pasajes donde el protagonista es el tiempo. Entre los primeros, caben destacar algunas secciones de claro predominio de la línea melódica que suscitan un contraste de singular fuerza poética y emotiva, como sucede en la Sinfonía nº4 , Libra y Leo.
Respecto al concepto de "forma musical" sostenía Gerhard que no se ha de entender como sustantivo, sino como verbo: formar, informar. En la música clásica, decía, la simetría era considerada como un valor constructivo. Pero esta idea es falsa cuando se aplica a las formas "temporales". El equilibrio en las formas musicales está lejos de ser equiparable a las arquitectónicas: el paralelismo es puramente verbal. En la experiencia del tiempo musical todas las relaciones involucran transitoriedad y toda realización supone implicaciones. (...)
3- Por lo que se refiere a la aplicación del método serial en la organización temporal de la obra, creo que tiende a ser menos estricta que en obras anteriores, obteniendo resultados que en la mayor parte de los casos igualan o superan a los anteriores en imaginación, riqueza y complejidad métrica y rítmica. Nunca dan impresión de ser impuestos o arbitrarios, sino profundamente sentidos.
En relación con esta cuestión he de decir en primer lugar que Gerhard no fue nunca de temperamento dogmático, siempre puso en evidencia en sus escritos que se ha de hacer uso de un método sólo como medio, pero no como fin. Los principios contribuyen a "formar" la obra, pero no a "predeterminarla". (...) 
A estas características Homs añade también, el desarrollo de los efectos tímbricos (el hecho de experimentar con la música concreta y electrónica tiene una evidente relación con esto) Esto es algo que creo que hemos podido ir comprobando en gran parte de la música que he ido poniendo en estas entradas, desde sus ballets hasta sus últimas sinfonías, y en particular en su música de cámara, en la que como vemos su elección de las plantillas instrumentales va más allá del rutinario "fl., cl., vln., vllo., vib.,p." que se lleva tanto en la actualidad.
(¿Serán sus plantillas instrumentales una de las razones por las que su música no se escucha demasiado? pregunto, no es una afirmación)

La siguiente obra que escucharemos será Leo (1969, alusión al signo zodiacal de su mujer) La instrumentación es la siguiente: Flauta/flautín, clarinete, trompeta, trompa, trombón, 2 percusionistas, piano/ celesta, violín y violonchelo.



Y finalizaremos con la que vendría a ser la "media naranja" de Leo, Libra (de 1968, signo zodiacal de Gerhard). Está compuesta para un sexteto formado por flauta/flautín, clarinete, guitarra, percusión, piano y violín. Fijaos bien en lo similares que son los finales de estas dos últimas piezas:


Y aunque como siempre me dejo cosas fuera, esto es todo por ahora, la siguiente entrada será un repaso a la música electrónica de Gerhard, en el que intentaré "almacenar" todas la información y grabaciones que encuentre por aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario