Este es otro compositor que al igual que Utsvolskaya, para mí no es un descubrimiento estríctamente hablando, ya había escuchado música suya en conciertos de Taller Sonoro y tengo alguna cosilla suya por aquí, pero lo considero suficientemente interesante para que tenga un sitio aquí.
Os dejo una entrevista para que lo conozcamos mejor: http://www.diverdi.com/portal/tema.aspx?id=561 y el enlace a su biografía en la página del IRCAM: http://brahms.ircam.fr/composers/composer/1667/
Comenzaremos por su Concierto para saxofón, del año 1998 (Hoy me va a quitar trabajo el IRCAM, aunque está en francés: http://brahms.ircam.fr/works/work/24600/)
Si leéis la entrevista veréis que este señor cita como mentor a Helmut Lachenmann, y al compositor coreano Isang Yun como a su padre. Es este último el que le instó a que profundizara en el conocimiento de la música japonesa. Seguramente, una sonoridad más "japonesa", al menos para mis oídos occidentales, la encontremos en la siguiente obra para flauta sola, Vertical songs 1, del año 1995, y estrenada como otras tantas obras para flauta de nuestra época por Roberto Fabricciani (que no es el que toca en esta grabación, sino Toshio Suzuki a la flauta de pico):
De hecho, ya que estamos con música japonesa escucharemos también algo de música de shakuhachi, que como podréis ver (y nos dice en el título del vídeo), es un tipo de flauta de bambú japonesa. Escuchad y comparad:
Una cosa que me llamó la atención de este compositor es la cantidad de obras "verticales" que tiene ¿Qué es eso del tiempo vertical? Creo que hace alusión a una concepción del tiempo distinta a la concepción lineal occidental, pero es algo que tengo que consultar y asegurarme bien.
Vamos con su Vertical Time Study I, para clarinete, violonchelo y piano. En este vídeo, que pertenece al canal de Youtube NewMusicXX (una verdadera joya, impagable el trabajo que hace su dueño), están explicadas algunas cosas en referencia a eso del tiempo vertical: http://youtu.be/wWADMf0SkqI (por alguna razón extraña no me deja poner el vídeo)
Junto a este, hay otros dos "estudios de tiempo vertical" que recomiendo.
Finalizaré con una obra orquestal del año 2005, Circulating ocean:
Pues esto que acabáis de escuchar se supone que es la obra que ha creado el engendro en cuestión (como ya nos adelantaba el señor del vídeo, por desgracia no da lugar a la sorpresa). El asunto da que pensar. El problema es que independientemente de la valía musical de la pieza lo primero que te dicen es que la ha hecho un ordenador, y eso predispone bastante (negativamente por lo general), por esa razón me hubiera gustado, amiga lectora (o lector) que te hubieras limitado simplemente a escuchar sin informarte sobre su autoría. En mi opinión, la pieza (que me parece que no aporta gran cosa y encima es aburrida, las cosas como son) si nadie te dice que la ha hecho un ordenador no te vas a dar cuenta, eso creo que es un hecho objetivo. Tan objetivo como que no se puede saber si una obra musical la ha escrito un hombre o una mujer (si alguien sabe distinguir eso que venga y me lo explique)
Por otra parte, también hay que tener en cuenta que el ordenador lo que ha hecho ha sido combinar una serie de elementos dados según unas normas que le ha dado un programador, quien es para mí el compositor de la pieza en última instancia, no la máquina, que por muy "compositora" que sea no ha sacado las normas de su experiencia, de sus conocimientos o de sus propios intereses, sino de los que le han dado. En fin, que desde mi punto de vista como juego el asunto está muy bien, pero no creo que la maquinita desmarque la figura del compositor, así que tranquilos, no os asustéis.
Por otra parte, este tipo de experimentos no son nada nuevo, de hecho, nuestro amigo Mozart inventó un juego de dados para crear minuetos sin necesidad de ser compositor: http://pasionpormozart.com/juego-de-los-dados.html
Dudo que este juego de dados escandalice a alguien, pero sin embargo, las mentalidades románticas de la actualidad deben estar ahora mismo rasgándose las vestiduras ante la pieza anterior, hecha por un ordenador y que quizás alguno hasta se empeñaría en que expresaba sentimientos y todo.
Os dejo con este cuarteto de cuerda de nuestro también amigo Xenakis:
P.D: Luego me he enterado de que la Sinfónica de Londres se entretiene en tocar composiciones para orquesta de la dicha maquinita y que hay un CD con las mismas, aquí están:
(Para que nadie se piense que le hago publicidad, yo no voy a comprarlo). Y el siguiente vídeo, sobre el que me reservo mi opinión:
Tras esto caí en la cuenta de varias cosas (gracias al "interruptor" pulsado por Francisco José, que puso en marcha mi neurona útil). A mí la maquinita esta me recuerda los fotomatones que a partir de una foto tuya te hacen un retrato "al óleo" o "al carboncillo". Nadie diría que son obras de arte. Incluso creo que por ahí hay algunos que te hacen un retrato a la manera de Picasso, por ejemplo. Pero no obstante, nadie diría que son obras de arte. En cualquier caso son productos de consumo, más cercanos a una fotografía convencional que a una pintura. Esto es una manera de hacer música en serie, de la misma manera que se hacen en serie copias de la Pietà de Miguel Ángel para venderlas a los turistas. Igual estoy exagerando un poco (o no)
Los creadores de este engendro se dejan atrás que lo más interesante de la composición a veces no es el resultado sino el proceso personal de búsqueda y elección de caminos (ya sean trillados o no, eso da igual). Al contrario que al fabricar zapatos, que es algo que no supone ningún tipo de crecimiento personal, cuando uno compone, al mismo tiempo experimenta y aprende sobre la música en general. No voy a decir que sea así forzosamente, pero al vender este bicho como alternativa a la composición "tradicional" están obviando todo esto, y si lo obvian es porque dan a entender que les importa una mierda. Como juego, al igual que los dados de Mozart, me parecía curioso, pero si nos ponemos en el plan de no perdamos el tiempo y ocupémonos de ganar el máximo beneficio posible a costa de lo que sea... me están tocando la moral, y eso no me gusta.
P.D. 2: Atención a la deriva mental que hay entre lo primero que escribí y lo que puse luego en la postdata, desde "que gracia" hasta la indignación.
P.D. 3: Adjunto un artículo de opinión sobre ésto en la revista Sul Ponticello:
