viernes, 9 de mayo de 2014

Multa al Conservatorio Superior de Sevilla por ruidos

Con esta noticia tan aparentemente inverosímil me he levantado hoy:

http://www.diariodesevilla.es/article/sevilla/1768788/ayuntamiento/multa/por/ruidos/y/apercibe/cierre/conservatorio.html

Intentaré ser breve. Hace ya varios años que no estoy por allí, pero ya desde entonces, y supongo que desde antes, los vecinos se quejaban del ruido, así que esta debe haber sido la gota que colma el vaso.
A algunos vecinos habría que enseñarles que un conservatorio es un centro de enseñanza en el que entre otras cosas se usan instrumentos musicales. Llamamos "instrumentos musicales" a aparatos cuya función es sonar marchas en las procesiones de semana santa y hacer ruido en las casetas de feria. En verdad... en otro ámbito distinto de los citados, semejantes engendros deberían prohibirse (nótese el matiz irónico, aviso por si acaso).

Aún así, los vecinos tienen buena parte de razón en su queja, y yo no se la voy a quitar, porque el problema es otro, y no es culpa ni de ellos ni de los estudiantes, cuyo trabajo es estudiar, y el conservatorio es SU sitio para hacerlo, por mucho que les pese a los denunciantes.

Supongo que donde se ocasiona el ruido es en las llamadas cabinas de estudio (habitaciones pequeñas con pianos de afinación discutible) que dan justo a la calle Baños. En ellas teníamos que entrar los estudiantes para calentar y en ocasiones hasta para ensayar.

No hay que ser una lumbrera para darse cuenta que es más fácil multar y amenazar con el cierre, que poner soluciones, que además cuestan dinero. No me voy a meter en responsabilidades políticas, creo que el Conservatorio es competencia de la Junta de Andalucía, y no del Ayuntamiento de la ciudad, y por tanto son ellos y no estos últimos quienes deben actuar. Pero aún así, aquí la solución NO es multar ni amenazar con el cierre a un centro de enseñanza por la realización de sus funciones, para las que debería estar perfectamente habilitado. La solución es insonorizar las cabinas y dotar al centro de unas instalaciones decentes para el desenvolvimiento de sus actividades. Y todo lo que no sea eso es ser cutre y demostrar que se tiene hacia la enseñanza de la música la misma consideración que hacia cualquier bar de copas abierto hasta altas horas de la madrugada (y me equivoco, leyendo el último párrafo de la noticia se ve que se le tiene incluso menos consideración). Una auténtica vergüenza.

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