martes, 29 de octubre de 2013

Stockhausen para niños de colegio.

El otro día dando una vuelta por Youtube encontré el siguiente vídeo, que me encantó: https://youtu.be/pPiqdXuQkGY

Stockhausen tiene cosas que para mí son un auténtico tostón, otras no tanto, pero no es la música en sí lo que me llama la atención del vídeo, sino la iniciativa de este clarinetista y los docentes de estos niños, que me parece muy interesante y digna de tener en cuenta.

En su momento yo estudié Magisterio Musical en la universidad, pero ni he ejercido la docencia en un colegio (exceptuando los meses de prácticas, que no son más que un pequeño contacto con la realidad) ni tengo mayor interés en el asunto, no tengo vocación para eso ni me interesa. Eso se lo dejo a quienes de verdad les guste, sólo una vez me presenté a oposiciones de Primaria, y no creo que lo vuelva a hacer.

Lo más importante que me quedó de la carrera, a mi parecer, es el respeto que me dejó eso por la profesión docente, en general. No descubro nada si digo que musicalmente no me aportó demasiado, no me iban a enseñar nada que no hubiera aprendido en el conservatorio (exceptuando por supuesto lo que se debería aprender en Magisterio, es decir, a enseñar)
Supongo que la razón de eso es que mucha gente se metía en Magisterio Musical sin ser músicos, y no tenían unos conocimientos mínimos de solfeo o de algún instrumento, y que por eso tenían que aprenderlos allí mismo. Eran libres para hacerlo, si de verdad les gustaba. Pero para mí, y otros muchos en mi situación, aquello fue una pérdida de tiempo ¿Para qué me servía solfear lecciones con negras y corcheas si ya sabía hacer eso desde varios años antes? más me hubiera valido que se centraran en enseñar cómo enseñar ese tipo de cosas a los niños (o incluso los no tan niños).

Volviendo con Stockhausen y los niños en general, este vídeo y algunas circunstancias de mi vida diaria me hacen plantearme que tratamos a los niños (y al público en general) como si fueran tontos.
En el caso particular de los niños, ellos no tienen prejuicios, no opinan que la música de Mozart es "expresiva" y "profunda" y que la de Grisey "no dice nada" (por ejemplo, eso son opiniones más o menos literales de estudiante de grado profesional de conservatorio), eso son cosas que los adultos nos encargamos de enseñarles a base de repetirles siempre la misma música y tópicos que realmente no significan gran cosa. Quiero decir básicamente que están limpios de ideas preconcebidas y lo aceptan todo por bueno, siempre y cuando no nos esforcemos nosotros en que sea al contrario. Nuestra poca costumbre de escuchar cosas nuevas y abrirnos a otras músicas se la imponemos desde pequeños, como si sus mentes a medio formar no estuvieran capacitadas para escuchar más que la Primavera de Vivaldi, la Marcha turca de Mozart... y peor aún, ni siquiera completas, a trocitos, como si mostráramos una foto de la Giralda de Sevilla en la que sólo apareciera el Giraldillo, porque nos parece más simpático que la torre entera, y dijéramos a los niños que eso es la Giralda.

Luego nos extrañamos de que esos mismo niños, ya adultos renieguen de la música y la consuman sólo para conducir, para mover el esqueleto en fiestas o evitar silencios incómodos con algo de ruido de fondo. Eso si, todos han escuchado alguna vez en su vida el principio de Eine Kleine Nachtmusik, la quinta sinfonía de Beethoven, o el Aleluya de Haendel, todos fuera de contexto y transformados en una caricatura de sí mismos...

Éste vídeo en cierto modo demuestra que se pueden hacer las cosas de otra manera. ¿Hay que presentar la música en un formato distinto al del concierto? ¿hay que vestir al intérprete de arlequín o lo que sea? Pues se hace, si es necesario. Pero sobre todo creo que de alguna manera hay que hacer partícipes activos a los niños. Ver al clarinetista ya de por si estaba bien, pero el añadido de que los niños creen su propia partitura y el músico la interprete ante ellos, le da un punto más a su favor, pues hace que los niños ya no se limiten a ser meros consumidores de música, sino que sean creadores de algo. Y para mí, el hecho crear algo, ya sea un dibujo, música, un poema, un cuento... sea lo que sea, y aunque el resultado sea una soberana mierda, te hace ver las cosas de otra manera. No se puede amar lo que no se conoce, y perdón por la cursilada.

Y para despedirme, ya que estamos con Stockhausen voy a poner una obra suya que si me gusta, y que pude escuchar en su estreno en España hace algunos años (en 2009, creo). La pena es que no es una obra para verla en un vídeo de Youtube, lo suyo es estar en medio de las 3 orquestas y observar cómo el sonido va de un sitio a otro... Esto es lo que hay:


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